Te has ido.
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Ilustración de Banksy |
Te has ido a defendernos por
nuestro bien, o eso dices. Defendernos de lo que hace mucho tiempo debería
estar defendido. Defender valores de la única manera en la que no se defienden:
creando guerras. Guerras que solo deberían existir para conseguir caricias. Intereses
propios de cualquier humano que sepa querer. Ciudadanos de a pie, de a corazón
y con cabeza. Tratados de piel.
Te has ido a diferenciar buenos y
malos, terroristas y legalidad. Te has ido en el momento en el que lo único que
tenías que diferenciar es si arroparme o no por las noches después del cuento
en el que solo ganábamos nosotros, comíamos perdices y te decía que siempre he
sido más de tarta de queso para celebrar victorias, pero tú ya lo sabías.
Te has ido a hacernos echarte de
menos como hacen los cielos, expertos en darnos lecciones sobre la distancia,
los recuerdos y el ciclo del agua de los ojos. No me gusta echarte de menos,
porque significa que no estás cerca.
Te has ido a estabilizar Siria y
no te has dado cuenta de que yo aún no sé qué es ese sitio y por qué el mundo
quiere ir a jugar a los soldaditos allí. Te has ido sin saber que era yo la que
necesitaba ser tu Siria, para estabilizar con reprimendas los años en los que me
toca madurar, conocer esos chicos que me van a hacer daño, aprobar los cursos
que se me pongan por delante, emocionarme en la graduación de mi carrera y cenar
juntos todas las Nochebuenas.
Te has ido en el momento en el
que solo nosotros sabíamos de ti, pero toda la sociedad ha empezado a
conocerte. El momento en el que mamá ha encendido la televisión, una foto tuya
ha aparecido en pantalla al lado de un lazo negro, se ha puesto a llorar y no
lo he entendido. Dice que estás bien.
Te has ido, y créeme que no sé
por qué. Me hago la misma pregunta todos los días, como si el paso del tiempo
me fuera a dar las respuestas, siendo tú el único que puede resolverlas. Vuelve
para, al menos, descifrarlas.
Me da igual si al final no las
respondes. Pero, vuelve.
Vuelve con la misma fuerza que te
has ido. Vuelve como vuelven los capitanes, por muy piratas que sean y derriba
esas ciudades que tengo como lágrimas. Vuelve como si nunca hubieras
desaparecido de mi mapa, pequeña perla negra.
Vuelve para llevarme al colegio y
recoger mis cabreos porque Dani me ha roto las ceras como cada día. Vuelve para
que te pueda dibujar en mis cuadernos tan mal como siempre pero con la
posibilidad de poner tu mano agarrando la mía. Vuelve para jugar conmigo al
escondite, pero no te dejes perder que ya tengo seis años y soy mayor.
Vuelve, por favor. Vuelve por ti.
Vuelve. No te lo digo más porque sé que lo harás.
Y es que lo mejor de que te hayas
ido es, sin duda, que vas a volver. Sano y salvo. Confío en ti, papá.
Elías Denche.
Carta futura de una niña a su padre, militar, enviado a Siria.
Carta futura de una niña a su padre, militar, enviado a Siria.
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