Voy a ir y te voy a decir: -Hola.
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Ilustración de Bansky |
“Hola”. Tan banal y tan sencillo.
Tan de bienvenidas sin darnos cuenta. Nadie que se despide dice “hola”. Y quién
lo hace, o es gilipollas o tiene todo el derecho del mundo a verte de nuevo.
Estoy a un minuto. A un minuto de
sentarme al lado de ti en ese banco en el que no sé que tú esperas el autobús y
voy a esperar que, por una vez, sea a mí, a quien no se le escape el tren. Te
voy a decir el ‘hola’ más rotundo jamás dicho y vamos a conocernos toda la
vida.
No sé por qué, ni cómo. Ni si
vamos a querer que sea así. Ni si, incluso, somos tan… como voy a creer que
vamos a ser siempre. Sólo sé que te voy a decir “hola”.